Lo desconocible - Varios

La otra cara lógica de esa moneda creativa era reunir los mejores cuentos de cada año en un libro y ponerlos al alcance del público interesado. Ese es el décimo caso de este décimo volumen, con el que se cierra una etapa para la ciencia ficción colombiana y para una generación. Sigan y disfruten de seis nuevos panoramas versiones temores de un mundo que cambia a la velocidad de la sorpresa y el desconcierto. Aquí hay palabras para enfrentarlos.

Cuentos y autoras/es

Las personas de papel - Antonio José Hernández Montoya

Junio, 1997. Licenciado en literatura de la Universidad del Valle. Caleño, cuidador de palmitas chinas, lector. Escucha jazz sin saber de música. Admira a Juan Rulfo, Franz Kafka y Marguerite Yourcenar.

Esta unidad requiere de inmediata chatarrización - Juan Sebastián Sendoya

Nací a finales del siglo XX, un 11 de agosto; si no estoy mal fue un jueves. Toda mi familia es de Cali y, por lo que solo puedo suponer fue un error de la burocracia cósmica, yo también nací en Cali. Aun cuando técnicamente soy caleño, mi vida ha transcurrido casi enteramente en Bogotá y a niveles prácticos soy más bogotano que un liberal (el pastelito, no la afiliación política). Planta tropical trasplantada al frío del altiplano cundiboyacense. De pequeño me gustaba imaginar historias de héroes y villanos antes de dormir. Ese pequeño juego mutó hacia un gusto por la escritura y para los 14 años descubrí que las historias mentales que había creado de niño podían ponerse en papel para liberar espacio mental, por lo que me encontré escribiendo y me fascinó. El gusto por escribir fue haciendo metástasis hasta que me vi estudiando literatura universitaria. Fue entonces, en segundo semestre, que llegué a la ciencia ficción. Antes había interactuado con ella, me fascinaban Futurama y La guerra de las galaxias, pero en segundo semestre, mientras los demás se iban por la literatura de otras ramas más serias, yo me convertí en el sujeto de la ciencia ficción y dediqué mi carrera a ella, en un intento por convertirme en el heraldo de este género, al menos allí. Esto culminó en Sol Negro, una obra fruto de toda la ciencia ficción apocalíptica que consumí en mi carrera y que terminó siendo mi tesis y mi primera obra publicada. Y henos aquí. Actualmente trabajo como guionista para un canal de Youtube y estoy cursando una maestría.

Sechium dentatum - Manuela E. Aguirre

Compositora y escritora bogotana. En el ámbito musical se dedica a la composición de ópera, obras corales y proyectos multidisciplinares. En la literatura es autora de varias columnas, artículos y publicaciones, la mayoría sobre música, y de “Ivanna” y “La extraña historia de Lucas E. Weber”, otros dos cuentos publicados anteriormente en la cuarta y séptima edición de esta colección. En sus tiempos libres se entretiene escribiendo ciencia ficción, ficción a secas y, a veces, poesía.

Las fuerzas del fin - Claudia Amador

Escritora y tallerista barranquillera. Estudiante de literatura de la Universidad Autónoma de Bucaramanga. Algunos de sus cuentos han sido publicados en Subirse al tren (España), la revista Ruido Blanco (Uruguay), la Antología Relata (Colombia) y la compilación de cuentos de ciencia ficción La piel de lo inevitable (Colombia). Ganadora del primer lugar en el XV Concurso Internacional de Cuento Ciudad de Pupiales 2020, con “Anaconda con dientes de ceniza”, y su cuento fantástico “Detrás de la frase está la piel” fue el ganador del concurso Relata 2022. Ganadora de la convocatoria 130 del fanzine Ficciorama. Bookstagrammer (5k seguidores) y tiktoker (35k seguidores) de temas literarios en sus cuentas @clau_amadore. (Nunca se ganó el premio de Mirabilia, pero está feliz de ser eterna finalista).

Gelatina - Andrés González Galante

1996. Literato y escritor bogotano con intereses en el ocultismo, la espiritualidad, la ciencia ficción y el terror. Cofundador del fanzine literario Casa Barullo y tallerista de escritura creativa y tarot.

El algoritmo del carnicero - Juan Diego Diaz González

Bogotá, 1997. Es, sobre todo, un estudiante. Ama estar en constante aprendizaje y ha dedicado la mayor parte de su vida a esto. Por otro lado, que no es tanto otro lado, a escribir le ha dedicado los últimos nueve años, de los cuales el último lo ha hecho como estudiante de la maestría en escrituras creativas. Vive en Subachoque, donde trabaja en una carnicería desde hace once años. “El algoritmo del carnicero” es el primer cuento que escribe con relación a su oficio.